7 Niveles de Conciencia Parte 2

TERCER NIVEL
En este nivel, tiene el éxito como medida de bondad, y la pobreza, como signo de no crecimiento, porque aún se cree en este nivel, que quien es bueno tiene la recompensa.
La reflexión es: ¿Cómo sigo siendo merecedor de todo lo que tengo y cómo llegar al SI MISMO sin perderlo?
Otra reflexión es: "No debo sentir culpa por lo que tengo. Ya que Dios me lo ha mandado, debo disfrutar de todo esto. Pero, también debo ocuparme de mi alma.
Si doy gracias a Dios todos los días por lo que tengo, no me lo van a quitar". La manipulación emocional es: "Yo hago buen uso de lo que me dan, pues lo he adquirido para mi familia, lo tengo para la comodidad de ellos, con esto no le hago mal ni daño a nadie. Lo necesito, me agrada y por lo tanto, no va en contra de una vida perfecta. Es la etapa del gran optimismo del ego, de la gran realización del ego y de la mejor relación con Dios. No sabe aún, que aquello que le brinda tanta seguridad, será su máxima inseguridad y las bases para sus mayores temores.
Continuando en este nivel, vemos cómo la persona desea tener cada vez más placer, más dinero y se va desarrollando mucho más miedo, sutilmente, sin que se perciba siquiera en qué se ha envuelto.
Si quisiéramos hacerlo reflexionar, le diríamos que verifique cómo el placer y el dolor son lo mismo y que, al quedar atrapado en el nivel de la densidad, se está moviendo el péndulo de la dualidad, y seguramente algún día, sabrá que aún está enredado en el encuentro con su Divina Presencia. En esta etapa, ya admite, intelectualmente, que tiene que vivir la muerte del ego.
En algún paso de la reflexión, el hombre cierra los ojos, medita, respira y cree que debe hacer algunos cambios. Siente deseos de estar más quieto, siente que la mente debe aquietarse, que debe ocuparse más por ser, que por hacer. Desea comunicarse más con su Ser. Se desapega de lo que menos desea; se vuelve más calmado, menos compulsivo en el tener, es menos exigente, trata de sacar más espacio para el silencio; quiere aprender a meditar porque cree que funciona. Ya alcanza a percibir que la fortuna y el éxito no traen la recompensa que esperaba.
Ya no lucha tanto, no se esfuerza tanto. Ganar o perder ya no le impresiona, no quiere competir, se vuelve más tolerante. En este nivel, se centra más en sí mismo, sabe que el miedo está allí latente. Cuando medita, el miedo disminuye, cuando se enfrenta al mundo, lo recobra. Va bajando la actividad exterior y en reemplazo, va buscando a Dios, dentro. Es un ser más claro, tiene más calma interior y sigue considerando el mal como algo caótico y no desea que aparezca en su vida. El hombre piensa que nadie da nada sin recibir algo a cambio. O, piensa, que debe obrar con el dicho: "Ayúdate, que yo te ayudaré". Su gran reflexión sigue siendo: ¿Cómo vivir bien, y al mismo tiempo, crecer espiritualmente?
Aún no sabe que su cerebro no desarrolla cierta actividad en medio de la gran comodidad.

4 CUARTO NIVEL
Es el nacimiento del que ha adquirido conocimiento "espiritual". Ha investigado, y esto le permite ser mucho más tolerante, más comprensivo, más misericordioso y por esta misma razón, la lógica cede ante la comprensión. Con las instrucciones recibidas, pone atención, no sólo a los hechos cotidianos, sino a lo que está detrás de ellos. Lo que percibe con los cinco sentidos ya no le da respuestas claras y pone entonces más atención al fondo que a la forma.
Aplica más la intuición que el juicio y la crítica, y por lo tanto, acepta más las supuestas fallas de los demás. Se sigue percibiendo que todo lo bueno que tiene, es porque se lo ha ganado en otras vidas y cree que el mal, también se lo ha ganado. Cree conocerse y habla de ello. Aquí, el ego surge a otro nivel, el del conocimiento "espiritual", ya que en gran parte, la vida exterior ha sido reemplazada por las ansias del conocimiento hacia lo desconocido. Se despierta el deseo de comunicar y expresar todo lo que ha aprendido y quiere transmitirlo a los demás. Lo racional pierde peso. Se percibe la entrada a una nueva etapa de paz y calma, pues el manejo del conocimiento le proporciona estos estados. Sus diálogos se basan en :
"Todo está en orden"
"Hay una mano sabia que guía la vida".
"Dentro del desorden hay un orden".
"Nada sucede sin una razón universal".